L’elisir d’amore
Ópera de Oviedo
L’Elisir d’amore
(Nemorino)
García-López ya es valorado en Oviedo por anteriores apariciones, como en Don Giovanni; el tenor ofreció un Nemorino di grazia, con la fuerza necesaria para modelar el canto melódico, de carácter melodramático, que trazó Donizetti. Su voz clara y bien colocada llegó a la sala con naturalidad, mientras cuidaba las aristas de su personaje en la lucha por el amor de Adina, con momentos para recitados de altura y gestos de bravura –a subrayar, su «Adina credimi»–, además del aria «Una furtiva lagrima», de expresión personal, premiada por el público.